martes, 20 de octubre de 2009

el ladrón de mandarinas

De el ladrón de mandarinas


Hasta hace poco yo era muy amigo de mi sofá, y mi perro y yo disfrutábamos de él como si fuera uno de los mayores placeres de la vida, algo cierto pero en su justa medida, como casi todos esos pequeños vicios o licencias que nos permitimos habitualmente para romper la monotonía.

En ese momento de mi vida que ya estaba harto de chupar cojines de sofá, va un buen amigo y se compra un bar en La Laguna... ¡¡UN BAR!!... ¡¡EN LA LAGUNA!!.

De el ladrón de mandarinas


Cuando lo estaba arreglando (yo ayudé poco... no, mentira, MUY POCO) ya se me pasaba por la cabeza aquellas series que de adolescente (pibito, vamos) me tragaba como bebé pegado a un biberón y donde las tramas circulaban en torno al mundo de la barra del bar: Cheer's, Friends (Central Perk), Los Simpsons (La Taberna de Moe), Aída (Bar Reinols), Ed (Stuckey Bowl) y la innombrable 90210, con el Peach Pit como centro de reuniones.

De el ladrón de mandarinas


Bueno, vale pues si unimos café y leche nos sale un cortado, o sea que yo ya no paro en mi casa por culpa del bar que siempre quise tener, donde llegar y que todos te conozcan y te llamen "Noooooooorm!!" al más puro estilo Cheer's. Hombre no sucede así exactamente (yo tampoco lo pretendo) pero sí tengo esa sensación cada vez que cruzo la puerta, es como si El Ladrón de Mandarinas fuera otra habitación más de mi casa.

De el ladrón de mandarinas

jueves, 15 de octubre de 2009

HyM Clown Project

De HyM Clown Project


Ya no recordaba lo divertido que era el mundo del clown, hacía ya bastante tiempo que no volvía a ser niño y disfrutar de gestos, diálogos y situaciones ridículas como las que me ofrecieron "HyM Clown Project" en el V Festival de Teatro Amateur de El Sauzal.

Se estrenaron este verano en el Cafe 7, de La Laguna y este es el vídeo de la actuación que tuvieron allí, casi el mismo espectáculo del que disfruté en el Auditorio de El Sauzal.



Bueno pues aquí les dejo una muestra de lo que pude reirme y disfrutar de un buen ratito de teatro clown y si les gusta pueden verlos en el FIC IV Festival Internacional Clownbaret que se celebrará estos días en Santa Cruz.

De HyM Clown Project


De HyM Clown Project


Amigos, reirse no está prohibido y siempre es mejor partirse la caja un rato que ver las noticias o discutir por tonterías. Así son HyM Clown Project.

La fiesta de "COMO SIEMPRE"

Les he mantenido en "secreto" mi faceta de fotógrafo de cortometrajes, uno de los trabajos en fotografía que más me ha reconfortado en el último año. Bueno pues en agosto pasado tuve la ocasión de participar en el corto de Jairo López "Como siempre", producido por Digital104.

Como resultado del rodaje decidimos montarnos una fiesta que incluía garbanzas, fideuá, picoteos, y sandwiches de huevo (¡buenísimos Elena!), que nos pusimos como el Kiko (el hijo de la Pantoja):



Coñas aparte, pasamos una tarde estupenda, distendida y con muchos vacilones, aprovechamos para conocernos un poco mejor y aprender muchos, pero que muchos chistes verdes.

De como siempre - el papeo


De como siempre - el papeo


De como siempre - el papeo


De como siempre - el papeo

domingo, 11 de octubre de 2009

La gravedad

Después de que tooenchumbao me haya dado caña con el tema de que escribo poco en el blog y que blablablabla... en fin que me paso poco por aquí, pues hoy me he inspirado en el lugar más insospechado: un taxi lagunero.

Reconozco que yo llevaba ya un par de cervezas encima, algo normal si consideramos que las 3 de la mañana de un sábado de puente se presta a ello, y quien dice "un par" dice ya bastantes. Pues les relato en plan diálogo con el taxista de camino a casa:

-YO: Buenas noches, tío
-TAXISTA: ¡Qué tar!... ande te llevo
-YO: A la calle .... por debajo del... al fondo a la izquierda...
-TAXISTA: Fale, tu ya me avisas.
-YO: ¡Claro, tío!

Y arrancamos camino hacia mi casa. Ya me dio mala espina eso de hablar por la emisora al mismo tiempo que íbamos a 70 Km/h por la Plaza de la Milagrosa hacia abajo mientras ponía M80 (¿me vio cara de pureta?) y bajaba la bandera, todo al mismo tiempo. En ese momento sentí el efecto de la GRAVEDAD a lo bestia en mi cuerpo.

Me aferré al cinturón de seguridad por aquello del "no me fío" y sentí en mi cabeza de nuevo la GRAVEDAD de la rotonda de La Cruz de Piedra. Pa'un lado, Pa'otro y caída en picado al lado de la parada del tranvía. En ese momento te das cuenta dónde estás, la hora que es y a quién le entregas tu vida en sus manos. A ver, sabes que no está pedo, sabes que es un profesional y conoce la carretera, que ha hecho ese mismo recorrido una y mil veces, que conoce cada centímetro de la carretera... pero mano... acojona entregar tu vida a un tipo que sólo le has dado las buenas noches hace menos de cinco minutos.

No se a qué velocidad pasamos por el túnel de Finca España, sólo les digo que los guardias muertos previos fueron lo más parecido a la sensación de despegar en Cabo Cañaveral un cohete de la NASA. Recordé esos vídeos de Youtube de pruebas de gravedad



Bueno, al fin y al cabo todos van igual y si lo piensas bien es como viajar en avión, donde le confías lo más preciado que tienes (tu vida) a un señor que dice ser Comandante de aeronave (piloto, vamos) y le das cancha libre para tomar la velocidad que necesite para llevarte hasta casa. Le vamos a hacer.

jueves, 3 de septiembre de 2009

conocernos, segunda parte

Después de andar un rato por aquí y por allá, de conocer a gente nueva y de retomar viejas amistades me ha sucedido como al pequeño Pokemon, que siente por dentro cómo una revolución interna le obliga a "digievolucionar", a cambiar su punto de vista y a transformarse poco a poco en la persona que desea ser.

Supongo que la soledad es el factor desencadenante del cambio por aquello de la supervivencia social y de la adaptación a un entorno en el que, sin otra persona en la que apoyarse, se ve inseguro, sin objetivos o simplemente solo. Aunque demuestre muchas veces lo contrario, veo las copas medio llenas, por lo que se que sentirse así no es malo: a mi me ha servido para reconocerlo y pensar cómo afrontarlo, sin prisa, sin agobios, sabiendo que haciendo lo que debo y reconociendo que cuando llegan las horas bajas hay que compensarlas con compañía (siempre buena y sincera, por favor) y con objetivos que me llenen personalmente, de esos que te hacen crecer por dentro como persona.

Ahora me doy cuenta que la soledad me ha ayudado a pensar, a tomar decisiones que quería tomar y que antes no podía o no quería, me ayuda a ser yo mismo y me ha proporcionado objetivos en la vida. Ahora más que nunca se que no debo abandonar esas metas que me he marcado, tanto en el terreno personal como profesional, trabajar sobre ellas sin prisa porque esa es la forma de afianzar lo logrado, y se que un montón de pequeñas metas dan la misma satisfacción que ganarte la lotería. Al fin y al cabo ser persona es más importante que ser rico y/o famoso ¿no crees?

La inseguridad es la trinidad que completa mi círculo. Aunque parezca mentira, de ella también he obtenido cosas buenas, como plantearme nuevas maneras de enfocar la vida, las relaciones, mi profesión incluso. Es la que me ha hecho tolerante con lo que desconozco porque he visto cosas buenas en donde antes ni siquiera veía nada. Supongo que es la que más debo valorar porque ha roto el cascarón de la brutalidad que nos hace sentirnos seguros de nosotros mismos, de ese pequeño mundo que creamos para sentirnos más seguros, aislados del resto para autoprotegernos. Pero sobre todo da mucha paciencia y, poco a poco, nos demuestra que ella, junto con la constancia, son las mejores compañeras de la vida.

Si subo un escalón por encima de todo esto que he escrito y trato de resumirlo sólo puedo afirmar que nada es bueno ni malo, la felicidad y la tristeza son lo mismo y que de todo debemos aprender para vivir una vida plena que, en resumidas cuentas, de eso se trata. Y si has llegado hasta este punto (has sido constante y paciente)... ¿qué más te da dejar tu opinión?

lunes, 20 de julio de 2009

conocernos

Hacía mucho tiempo que no paseaba mi "culo" por el blog, la verdad siento ser irreverente pero Donosti merece serlo y me inspira por muchas razones. Tal vez sea ese el motivo que necesitaba y San Sebastián me lo ofrece aunque resumirlo así sería perfecto pero es mentir y no puedo -ni quiero- hacerlo de forma simplona ni sórdida.



Arehucas en mano, sólo puedo decirles que el País Vasco es otra cosa; él sólo ha destruído mi "Mundo de Yupi" y mi espiral de idealización planetaria creada para defenderme "denosequé", un trabajo para necios y críticos extremos. He reciclado mis valores más profundos y eternos en una simple crema de puerros, una vichissoysse personal que me da ganas de luchar por algo en lo que hace mucho tiempo que no creía, que me ha devuelto la fe en muchos valores profundos con simples "tonterías", miradas y "paliques". Es "M", es mayúscula, ¿qué podía esperar? aquí en Dononosti todo es la ostia.

sábado, 18 de abril de 2009

La "crisis"

Después de la riada de marzo de hace unos años en Santa Cruz de Tenerife, la "crisis" más cercana que me ha tocado (...y toco madera), aprendí varias cosas que las puedo aplicar a esta nueva crisis (esta vez económica):

La PRIMERA, que no se le debe hacer ningún caso a los medios de comunicación. Una vez tenemos el susto de las facturas encima de la mesa encendemos la TV, internet, prensa, radio... todos nos dan las mismas malas noticias, como si en el mundo no sucediera nada bueno y eso es mentira. Ellos aprovechan el tirón mediático y lo estiran hasta hartarse y no poder más... de repente ya no hay crisis y todos felices otra vez. Se aprovechan de nuestros miedos, juegan con ellos y nos hacen caer en sus redes (ver "Batman Returns", para saber cómo reciclar nuestro miedo y convertirlo en algo bueno).

La SEGUNDA cosa que aprendí fue que con poco también se es feliz. Me atrevería a decir que cuando más feliz he sido es cuando menos he tenido, porque esas pocas cosas las sabía valorar mucho más y las disfrutaba como nunca. Estoy de acuerdo en que se pasa mal, es cierto, pero los buenos momentos se nos quedan grabados a fuego en la mente, como queriendo decirnos "¡cógelos que vas a tener pocos ratos como este!". Mis mejores recuerdos incluyen varios de ellos.

La TERCERA: ser un poco precavido no está de más nunca, ni siquiera en los buenos tiempos. Comprar velas, pilas, linternas, hornillo, gas y agua, que siempre viene bien tener de sobra, eso para casos de "crisis", y fijarnos un gasto o ahorro para la crisis económica cuando las cosas van bien. En épocas peores nos van a venir bien y estaremos mejor (mientras duren las pilas/ahorros, claro).

Y la CUARTA, última y mi favorita. Cuando el tiempo pasa, aquello me parece sólo un sueño, un mal sueño con buenos ratos, que me sirvió para aprender esas cosas que sólo la vida y sus vueltas te enseña. En relidad parece que como vino se fue y que la pesadilla duró poco tiempo, y que me llevo lo bueno de ello, la lección aprendida por si vuelve a sucederme algo parecido, además de los buenos ratos. (NOTA: Eso me recuerda que tengo que arreglar el techo del patio, por si la "crisis", vamos.)

Es posible que tenga que tragarme alguno de estos consejos cuando en unos años lea esto y me descojone de ello por atreverme a ser cura en tiempos de adivinos, santeros, periodistas amarillos y políticos. Donde todos queremos una razón o una explicación a esto que nos cae encima y somos capaces de aferrarnos a clavos ardiendo. Por eso mismo no me atrevo a decirte que esto son soluciones a tus "crisis" personales, querid@ lector/a. Es lo que siento aquí y ahora, sólo es eso.